El tropismo, ya sea positivo o negativo, es el crecimiento o modificación de la dirección de desarrollo de un organismo, particularmente de un vegetal o una planta. El cual se da como consecuencia de la respuesta a un estímulo del medio ambiente en específico.

 

A continuación te compartimos algunos ejemplo de tropismos

 

ejemplo de tropismos

Fototropismo positivo.

 

Es cuando por ejemplo, los girasoles giran para ponerse de cara al sol. De esta forma garantizan el que siempre tengan acceso a la luz del sol que requieren diariamente. No obstante de esto, al no constituir una forma de crecimiento, en realidad no se trataría de un fototropismo como tal.

 

Hidrotropismo positivo.

 

Este es otro ejemplo de tropismo, en este caso los ficus, que son plantas cuyas raíces migran hacia las fuentes de agua, provocando que se levante el pavimento de las calles. Además de que pueden llegar a romper las tuberías. Esto hace que no sean recomendables para plantarlas cerca de las viviendas.

 

Geotropismo positivo.

 

Es otro ejemplo de tropismo que encontramos en las semillas, es decir, sin importar la manera en la que las sembremos. Las raíces de esa planta siempre tendrán una dirección en base a la fuerza de gravedad. De esta manera la planta se asegura de que las raíces vayan al suelo y puedan recibir todos los nutrientes necesarios para su crecimiento.

 

Tigmotropismo positivo.

 

Un ejemplo de esto son las plantas trepadoras y las enredaderas que suelen reaccionar ante la presencia de elementos u objetos sólidos, creciendo a su alrededor y al mismo tiempo expandiéndose sobre toda la superficie del objeto. Como consecuencia, en ocasiones pueden asfixiar a otras plantas impidiendo que puedan obtener la luz y el CO2 que requieren.

 

Aerotropismo positivo.

 

Un ejemplo de esto puede ser la planta llamada mala madre o lazo de amor, que usualmente se tiene en interiores y que se caracteriza por buscar los espacios con más aire a su alrededor para desarrollar un apéndice en la parte en la que se tendrán flores o nuevos retoños. Esto permita una mayor exposición y al mismo tiempo reduce la competencia con otros retoños.

 

Fototropismo negativo.

 

Un ejemplo de tropismo pueden ser algunas plantas acuáticas que suelen crecer en dirección opuesta a la luz solar. La razón es que la presencia de la luz significaría la evaporación del agua, lo cual les perjudicaría. Por lo tanto la planta crece en dirección opuesta en áreas mucho más húmedas.

 

Tigmotropismo positivo.

 

Es cuando por ejemplo, las plantas que no son enredaderas, responden a la presencia de un objeto en su área de crecimiento, modificando la ruta de sus tallos y haciendo todo lo posible por buscar aire libre. Esta característica se puede apreciar fácilmente en aquellos árboles que se siembran muy cerca de edificios.

 

Hidrotropismo negativo.

 

Un caso de hidrotropismo positivo es cuando las plantas germinan en las márgenes de los ríos y los lagos. Crecen en dirección a las zonas secas debido a que es ahí donde tienen más posibilidades de crecer y desarrollarse.