En psicología existen diversos conceptos que dan respuestas a las grandes interrogantes que a menudos nos surgen y que están ligadas a nuestro comportamiento. Por ejemplo, ¿por qué a veces sentimos picazón en el cuero cabelludo si escuchamos que alguien tiene piojos?

El ejemplo anterior y muchos más tienen que ver con el Condicionamiento Clásico, que no es más que un estímulo (condicionamiento) que nos conduce a asociar de alguna manera una situación con otra.

En el condicionamiento clásico nuestro cerebro apela a nuestra memoria y la conducta que tomamos tras un evento condicional.

Uno de los ejemplos más acordes a este concepto es el show de los animales en circos. Muchos realizan ciertas tareas cuando oyen un silbato, pues, fueron entrenados para que, al escuchar tal sonido, recordaran hacer determinada acción.

La parte contraria al condicionamiento clásico es el condicionamiento operante. Se trata del cambio de conducta tras un castigo o recompensa más que a un estímulo.

Ejemplos de condicionamiento clásico

  • El timbre del receso en los colegios. Cuando los niños oyen este sonido lo asocian con la libertad y juegos. También lo hacen con la vuelta a casa.
  • El plato del perro. Tan solo al verlo, los perros comienzan a mover la cola porque saben que allí se les coloca su alimentación.
  • Las fobias. Las personas que sufren de alguna fobia, como claustrofobia, a menudo recordarán malas experiencias tan solo con ver un lugar de espacios pequeños o encerrado.
  • El olor del perfume. Nos lleva a recordar personas y lugares.
  • El sonido de las llaves. Nos recuerda cuando llegaba papá a la saca cuando éramos niños, por ejemplo.
  • La correa de castigo. Los perros rápidamente asocian el dolor con este instrumento o cualquier otro que se use para neutralizarlo, así que a rechazará.
  • Cuando en el aula de clases se escuchar pasos de tacones. Bien sea hombre o mujer, normalmente el tipo de calzado casual de los maestros genera un ruido que hace que los alumnos retomen el orden.
  • Los aplausos. Cuando alguien aplaude, generalmente sentimos la necesidad de aplaudir porque eso nos enseñaron.
  • Ver una fotografía de un plato suculento. Si estamos revisando Instagram a media noche y vemos la foto de una hamburguesa, probablemente nos de hambre tras recordar los sabores de este platillo.