Aversión
Aversión significa sentir un rechazo, asco o antipatía hacia algo a alguien. Proviene del latín “aversionis” que significa apartarse de algo o alguien. Se dice que todas las fobias o miedos provienen de una fuerte aversión que no se puede controlar.
Hay cosas que normalmente rechazamos por considerarlas poco lógicas, fuera de moral, lejos de nuestra cultura, antiético, etc., pero cuando existe aversión significa que no podemos explicar el porqué de nuestra conducta hostil hacia eso. De hecho, puede convertirse en una obsesión que simplemente no podemos dejar. La capacidad de sentir asco o repudio es innata, pero la sensación de asco se adquiere con el pasar de los años a través de la socialización.
Son sinónimos de aversión: animadversión, desagrado, enemistad, envidia, hostilidad, rencor, repugnancia, repulsión, manía, odio, resentimiento y tirria.
Consecuencias
Aunque parezca una simple manifestación de gustos y preferencias, sentir aversión puede transformarse en síntomas físicos que pueden llegar a ser molestos o preocupantes. Entre las consecuencias están los cambios fisiológicos y endocrinos:
Salivación, náuseas, vómitos, mareo, sudoración, presión baja y desmayos. Estos dos últimos en los casos extremos.
En función de la gravedad de las consecuencias, cada vez más las personas creen necesario intentar controlar sus miedos y rechazos hacia ciertas cosas o personas. Sin embargo, existe una terapia que más bien ocupa la aversión como mecanismo para detener vicios u obsesiones enfermizas.
La terapia de aversión
Las terapias de aversión son una herramienta de la psicología que intenta que el paciente no haga determinada cosa estimulando la aparición de rechazo en ellos. Por ejemplo, algunos alcohólicos se han sometido a estas terapias para lograr sentir rechazo hacia el alcohol y dejarlo poco a poco.
De manera que, esta antipatía se puede usar en favor del ser humano si se emplea para alejarlo de las cosas que pueden hacerle mal.
Ejemplos de aversión
- Jamás sube a un ascensor porque les tiene aversión a los espacios cerrados.
- Cuando una persona ve a un sapo y corre porque siente mucho asco.
- Cuando alguien ve un ratón, grita y se sube rápidamente a una silla por la gran aversión que les tiene.
- La antipatía de ciertos grupos sociales a los inmigrantes que han llegado a cierto lugar.
- Los ateos que no creen en Dios y contrarían todo lo dicho en las diferentes religiones.
- El miedo a doctores.
- Discriminar a alguien por su color de piel y hacerlo sentir menos por ello.
- Todas las fobias existentes, como homofobia, agorafobia, aerofobia o nomofobia.