¿Qué es la convivencia?

Es un término que hace referencia al acto de convivir, es decir, vivir con otras personas. Esto nos ayuda a relacionarnos de manera pacífica con los individuos que forman parte de nuestro entorno. La convivencia incluye valores que ayudan a la interacción humana apropiada, entre algunos de los más importantes se hallan el respeto y la tolerancia. El secreto de lograr una buena convivencia se basa en la comprensión, aceptar que cada persona tiene sus particularidades y que todos tienen sus temperamentos.

El ser humano es social por naturaleza, la relación con otros individuos trae beneficios para su salud mental. Durante el crecimiento y desarrollo es importante convivir con otros para entender el comportamiento apropiado al momento de relacionarse. Esto va desde la relación creada en el círculo familiar hasta aquellas que surgen en espacios externos como parques, escuela o lugar de trabajo.

Lograr una convivencia sana no es tan fácil, en ocasiones existen factores que interfieren al momento de compartir espacios con otras personas. El carácter de cada individuo, la diferencia de pensamiento, de clase social y/o cultural pueden ser algunos de los factores que dificulten un convivir sano. Lo ideal sería que las diferencias no se convirtieran en un obstáculo, si no por el contrario, que fueran complemento dentro del tipo de relación que se esté construyendo.

Tipos de convivencia

  • Convivencia positiva-sana: Es aquella en la que reina un ambiente de armonía y paz, la ideal y la apropiada. Este tipo de convivencia es la que debe trabajarse en todos los ambientes y con toda las personas. Garantiza estabilidad y equilibrio en todos los individuos que la practican. Las diferencias son aceptadas y los problemas son conversados. Se buscan soluciones en comunión, todas las partes involucradas aportan, nada es impuesto.
  • Convivencia negativa-tóxica: Este tipo de convivencia se desarrolla por la falta de aceptación y tolerancia entre los individuos que interactúan entre sí. No se aplica una conducta de respeto, difícilmente se logra el diálogo y por ello las discusiones son constantes y la posibilidad de llegar a un acuerdo mutuo es casi inexistente. Este tipo de convivencia origina un ambiente tóxico, lo cual afecta la paz y el equilibrio de los individuos involucrados. Dependiendo del ambiente, existen distintos factores que generan y aportan a la mala convivencia. En la familia puede deberse a engaños, separaciones, dinero o incluso hábitos de limpieza escasos. En espacios de estudio o trabajo, la competencia, las palabras mal interpretadas e incluso el bullying, influyen.

Ambientes en los que se convive

  • Familiar: Es el más importante de los ambientes de convivencia pues tiene una gran repercusión en el individuo. Hay que recordar que en el entorno familiar es donde los seres humanos adquieren hábitos y valores que influyen en su desarrollo. Al garantizar una adecuada y buena convivencia familiar en casa, es seguro que se proyecte en otros ambientes.
  • Escolar: En este espacio es importante mantener la armonía. Ser garantes de la buena convivencia escolar es esencial, pues es donde los niños y jóvenes pasan la mayor parte de su tiempo. Además de esto, es acá donde se generan la mayoría de amistades. Mantener el respeto es tarea de cada profesor y estudiante.
  • Laboral: Este el espacio en el que los adultos pasan gran parte de su tiempo. Existen circunstancias en las que los puestos jerárquicos crean riñas entre las personas de este ambiente. Este punto debe tratarse con extremo cuidado, pues existe una línea delgada entre ejercer un cargo según sus funciones a abusar de él. El diálogo es sumamente importante para este tipo de convivencia. También dejar en claro las funciones de cada miembro junto a las normas de buena convivencia laboral, así se evitarán los malos entendidos.
  • Social: Se centra en la forma como se desenvuelve cada persona respecto a la sociedad. Busca garantizar que los individuos, sin importar su estrato social, su cultura o economía, logren relacionarse de manera pacífica y armoniosa con sus iguales y desiguales. Esta tarea se encuentra apoyada por las leyes que rigen la sociedad.
  • Democrático: Este ambiente defiende el derecho de ser libres en cuanto a lo que se piensa y se cree. La buena convivencia democrática es guiada principalmente por la tolerancia. Cada individuo decide qué camino seguir, cómo vestirse y cómo hablar. Lo esencial en este tipo de convivencia es aceptar sin juzgar cada ideología y sin apartar o denigrar al que es diferente, se debe respetar y exigir el respeto.

Ejemplos de cómo asegurar una buena convivencia

  • Conversar y buscar juntos soluciones ante un conflicto.
  • Cumplir con las labores o tareas asignadas.
  • No juzgar a nadie por pensar o vestir diferente.
  • El respeto, tolerancia y aceptación como aliados.
  • Evaluar actitudes erradas en sí mismo, como la agresividad e imposición, y corregirlas.
  • Tener su propio tiempo y espacio para dedicar a sí mismo.