En las escuelas e institutos educativos cada profesor tiene su propia forma de evaluar a sus alumnos, pero existen métodos estandarizados que incluso pueden adaptarse a los varios niveles educativos. Un ejemplo de ello son las rúbricas de evaluación.

Se trata de una matriz en la que se evalúa las competencias que tuvieron que cumplir los estudiantes para poder llevar a cabo un trabajo o cualquier otra tarea, como la creación de un ensayo, por ejemplo. Allí se evalúan criterios y demás factores que concluirán que los alumnos han conseguido aprender.

Así pues, el objetivo de las rúbricas de evaluación es saber qué aprendió el alumno y por tanto el docente puede saber también si debe modificar sus métodos de enseñanza. Esta es, entonces, una forma de evaluar y aprender al mismo tiempo. De hecho, los estudiantes sabrá si deben esforzarse más en algunos aspectos de su educación porque con esta matriz obtendrán información acerca de su línea de aprendizaje.

Tipos de rúbricas

  • Rúbricas globales. Ofrece información general sobre el o los alumnos, vinculados a los principales estándares de aprendizaje.
  • Rúbricas analíticas. Al contrario de la anterior, definen tareas más específicas para conocer la capacidad del alumno creando solo un tipo de producto, como un artículo, por ejemplo.

Ejemplos de rúbricas de evaluación

En estos ejemplos se especifican los elementos a evaluar en cada tipo de trabajo hecho por los estudiantes, así como la valoración que el docente debe dar según las competencias alcanzadas. Los puntos van del 1 al 4.

  • Rúbrica de exposición oral

Pronunciación:

4. Pronuncia las palabras correctamente y vocaliza bien.

3. Pronuncia las palabras correctamente pero su vocalización es incorrecta.

2. Comete errores tanto de pronunciación como de vocalización.

1. Comete errores de pronunciación, aunque su vocalización es correcta.

Volumen:

4. El volumen es adecuado con la situación.

3. levanta la voz demasiado en la exposición.

2. Habla demasiado bajo al exponer.

1. Expone muy bajo, casi no se le oye.

Postura:

4. Su postura es natural, mirando al público continuamente.

3. Mira al público, pero está apoyado en algún sitio.

2. A veces da la espalda al público.

1. No se dirige al público al exponer.

Contenido:

4. Expone el contenido concreto, sin salirse del tema.

3. Expone el contenido y en ocasiones se sale del tema.

2. Expone el contenido, aunque le faltan algunos datos.

1. La exposición carece de contenido concreto.

Documentación:

4. Usa material de apoyo extra para hacerse entender mejor.

3. Durante la exposición hace uso adecuado de la documentación.

2. Poca referencia a imágenes o documentos de apoyo.

1. No utiliza material de apoyo en la exposición oral.

Secuenciación:

4. Buena estructura y secuenciación de la exposición.

3. Exposición bastante ordenada.

2. Comete errores y repeticiones en el orden lógico de las ideas.

1. Repite las ideas continuamente y la exposición carece de orden.