Ejemplos de organismos unicelulares
Organismos unicelulares
Los organismos unicelulares son todos aquellos seres vivientes que solo se componen de una célula; dentro de la misma se encuentran todos los elementos y funciones que se necesita para su desarrollo, evolución y funciones básicas como la alimentación y reproducción.
Estos organismos son un tipo de ente viviente con un nivel de complejidad mucho más simple que otro tipo de organismos, no pueden ser vistos a simple vista y para ello es necesario el uso de microscopios por el mismo hecho de componerse por una única célula.
Reproducción
La reproducción de este tipo de organismos se realiza por bipartición o lo que se conoce también como división celular; en algunos casos se pueden dar casos de gemación y esporulación, un ejemplo pueden ser las bacterias las cuales tienden a juntarse formando de esta manera colonias.
Ejemplos de organismos unicelulares
- Las amebas
- Las algas
- Los bacilos.
- Estreptococos
- Neumococos
- Paramecios
- Estafilococos
- Spirulina
- Entamoeba hystolítica
- Iodamoeba buschlii
- Plasmodium vivax
- Plasmodium falciparum
- Trichomonas vaginalis
- Micoplasma pneumoniae (bacteria)
- Algas verde azules
Características
Actualmente representan una de las formas de vida de mayor cantidad en el planeta, se encuentran en diferentes tipos de entornos como el aire, la tierra y el agua y esto se debe a que tienen una gran capacidad de adaptación al medio ambiente.
Otras características de los organismos unicelulares son por ejemplo la ciclosis el cual es un proceso en el cual se movilizan entre ellas en base al citoplasma. Se encuentra en tres reinos que son el protoctista, los hongos y la monera. Existen organismos como las algas unicelulares las cuales tienen un valor importante en el planeta pues tienen una función vital en el proceso de la fotosíntesis.
Clasificación
A pesar de la simplicidad de su estructura, los organismos unicelulares se pueden clasificar en dos tipos:
- los eucariontes que poseen una única célula tiene el núcleo real
- los procariontes que no tienen un núcleo fijo de manera que su ADN se encuentra en todo el citoplasma.
En la vida cotidiana nos podemos encontrar con muchos de estos organismos en elementos tales como el pan, alimentos elaborados en base a levadura o fermento, suplementos dietéticos e incluso dentro de nosotros mismos como en el intestino y la piel.