Se conoce como punto de fusión a la temperatura en la que un cuerpo pasa de estar de un estado sólido a estado líquido. Es a esa temperatura en que el elemento va perdiendo sus propiedades actuales para cambiar a otras propias del nuevo estado, en este caso, del estado líquido.

Este proceso es ampliamente usado en las industrias para poder realizar mezclas de materia prima y elaborar productos. Sobre todo al fundir metales para crear piezas a partir de ellos. Pero también en nuestros hogares hemos visualizado, de cierta manera, cómo un elemento aparentemente sólido se “derrite” con el calor directo a indirecto.

Características del cambio de estado sólido a líquido

Algunos elementos en estado sólido tienen una temperatura en la que pueden fundirse hasta transformarse en una sustancia líquida. Durante este proceso, el calor es constante y bajo una presión normal, es decir, no varía. No se debe confundir con el punto de ebullición, donde la presión sí juega un papel importante.

Debido a esta uniformidad en la presión, el punto de fusión mantiene a las sustancias sin afectarlas (puras). Es por eso que es considerada la propiedad física y constante de la materia.

Este fenómeno es empleado para estudiar el nivel de pureza de las sustancias, ya que no es un procedimiento invasivo y no modificará esta propiedad.

Ejemplos de puntos de fusión

Estos son algunos puntos de fusión de ciertos elementos o sustancias:

  • Agua sólida (hielo) (H2O), a los 0 °C
  • Cobre (Cu), a los 1085 °C
  • Aluminio (Al), a los 660 °C
  • Oro (Au), a los 1064 °C
  • Plata (Ag), a los 962 °C
  • Acero, alrededor de los 1375 °C (según su aleación)
  • Carbono (C), a los 3500 °C
  • Potasio (K), a los 64 °C
  • Wolframio (W), a los 3422 °C
  • Argón (Ar), a los -189 °C
  • Alcohol, a los -117 °C
  • Hierro (Fe), a los 1539 °C
  • Plomo (Pb), a los 328 °C
  • Mercurio (Hg), a los -39 °C
  • Nitrógeno (N), a los -210 °C
  • Hidrógeno (H), a los -259 °C
  • Acetaldehído, a los -123,5 °C
  • Helio (He), a los -272 °C
  • Arsénico, a los los 81 °C
  • Cloro, a los -101°C
  • Bromo, cuando alcanza los -7 °C
  • Osmio, a los 3045°C
  • Molibdeno, a los 2617 °C.
  • Neón, a los -249 °C.
  • Zirconio, 1852 °C.
  • Francio, a los 27 °C.
  • Boro, a los 2300°C.
  • Radón, a los -71 °C.
  • Cromo, a los 1857 °C.
  • Uranio líquido, a los 1132 °C.
  • Lutecio, a los 1656 °C.
  • Flúor, a los -220 °C.
  • Acero inoxidable, a los 1430 °C.
  • Cloroformo, a los 61,7 °C.
  • Galio, a los 30 °C.
  • Rubidio, a los 39 °C.
  • Fósforo, a los 44 °C.