Callo
¿Qué es un callo?
Un callo es una zona de la piel que aumenta su grosor y cambia su textura. Se da como un mecanismo de defensa ante la fricción o presión constante de la piel contra un objeto o superficie. La piel genera una alta y excesiva producción de células cutáneas dando origen al callo. Por lo general, esta afección en la piel viene acompañada de irritación e inflamación, muy pocas veces trae consigo el dolor.
Ahora bien, es importante aclarar que un callo no es igual a una callosidad. El primero es más pequeño y duro al tacto, mientras que el segundo es más grande y no presenta irritación. Por lo general, cualquiera que sea el caso, no se requiere un médico para tratarlo, se elimina y evita la fuente que causa fricción, roce o presión en la piel. En caso que exista inflamación o dolor insoportable debe consultarse un médico ya que puede producirse una herida abierta.
¿Cómo identificar un callo?
Para lograr identificar fácilmente un callo, se deben tener en cuenta las siguientes características:
- Se presenta sensibilidad, irritación o dolor en la zona.
- La zona afectada se vuelve gruesa y dura.
- Se presenta una especie de ampolla o protuberancia con textura áspera.
- El aspecto de la piel y la zona afectada es seca o agrietada.
Causas que genera los callos
El principal factor que incide en la aparición de los callos es la fricción o roce constante sobre la piel, en su mayoría aparecen en las manos o los pies. De igual modo, lo es la presión continua y prolongada, este es el caso de aquellos individuos que ejecutan instrumentos de cuerda como la guitarra, el violín o el contrabajo. Asimismo, otra causa de los callos en las manos suele ser el trabajo pesado o de construcción en el que se manipulan herramientas y materiales de carácter rústico.
Por otro lado, en el caso de los pies, suelen aparecer al no usarse calcetines al usar algún tipo de calzado, o cuando los zapatos son muy justos o muy grandes. En algunos caso, el calzado puede presentar irregularidades en su interior, al entrar en contacto con el pie de modo continuo hace que aparezca el callo. Es importante mencionar que la planta de los pies normalmente presentan callosidades, esto ocurre dado la presión ejercida por el peso del cuerpo.
Como bien se mencionó anteriormente, los callos se forman como mecanismo de defensa del cuerpo. Al formarse la callosidad, la piel se protege contra la fricción que pueda sufrir.
Tipos de callos
- Hiperqueratosis difusa: Su principal característica es la superficialidad y dureza, afecta la capa externa de la piel y no genera irritación o dolor. Su apariencia no tiene forma específica, es áspero y presenta un color amarillo pálido.
- Heloma o Hiperqueratosis localizada: Este tipo de callo se ubica en un sector definido de la piel de manera profunda. Por afectar la parte interna llega a causar irritación y dolor. Inicia en forma de ampolla hasta endurecerse y convertirse en un callo.
Ejemplos de callos
- El callo plantar es el que se forma en la planta del pie por la presión y peso del cuerpo.
- Callo interdigital, se forman entre los dedos por el roce entre ellos.
- Callo dorsal, son comunes en los pies encogidos en forma de garra, se generan en la parte superior de estos.
- El callo fondo de saco, estos aparecen entre los dedos, en su piel blanda.