Independencia financiera es un concepto acuñado por Robert Kiyosaki en su bestseller de 1997: Padre Rico, Padre Pobre. Sin embargo, en la actualidad se utiliza para definir una situación económica en la que ya no es tan necesario trabajar a diario para conseguir ingresos. En otras palabras, las personas que han logrado la independencia financiera han trabajado lo suficiente para ahora vivir de las regalías o ingresos pasivos de su negocio.

Sobre todo las personas con un negocio propio y exitoso son quienes podrían alcanzar la independencia financiera más rápido. Pero también la experimentan profesionales freelancers que han logrado tener buenos clientes o excelentes ventas de los productos o servicios que ofrece, usando solo sus talentos.

Por ejemplo, un caso de independencia financiera en personas que lo lograron usando solo sus conocimientos, es el de un desarrollador de software que crea una red social con mucho potencial, pero que no le interesa tenerla como negocio. Esta persona vende ese código a una gran empresa interesada y negocia una buena suma de dinero por ello. Si invierte ese dinero en acciones de empresas exitosas o startups prometedoras, al cabo de poco tiempo podría vivir de las ganancias.

Ejemplos de independencia financiera

  1. Ser accionista de varias empresas que facturen mucho dinero al año.
  2. Tener un negocio web autosustentable y que te deje ganancias mensuales.
  3. Tener un negocio y dejarlo en manos de otras personas, solo percibiendo tus ganancias.
  4. Crear una App móvil que te otorgue ganancias mensuales gracias a las suscripciones premium de usuarios.
  5. Vender cursos en formatos PDF o videos previamente grabados en tu propia página web o la de terceros.
  6. Crear una agencia de marketing y llegar a un punto en el que solo te dedicas a hablar con posibles clientes, pero los empleados realizan todo el trabajo pesado.