Los principios son leyes o reglas que deben cumplirse, o que de hecho se cumplen, en el objetivo de lograr algún fin. El término se emplea en varias áreas del conocimiento, como la física y matemáticas, donde existen muchos principios que explican fenómenos o condicionan resultados.

En lo social, los principios son una especie de regla que nos orientan sobre cómo deberían establecerse las relaciones humanas. Son reglas universales que buscan mantener la armonía entre las personas, haciendo eco de su buena fe, moral, ética y valores.

Tipos 

  • Principio de vida. Se refiere al derecho de vida que todos tenemos.
  • Principio de libertad. Exige la libertad que como derecho tenemos desde el momento de nacer.
  • Principio de humanidad. Todo lo concerniente a la integridad, dignidad y vida en general del ser humano debe ser respetado.
  • Principio del bien. Todos debemos hacer el bien.
  • Principio de igualdad. No importa la raza, credo, o clase social, todos debemos ser iguales antes las leyes y las autoridades.
  • Principio de moralidad. Se refiere a cumplir con las normas y deberes para asegurar tener una estabilidad social.

Diferencias entre valores y principios

Los valores son virtudes internas que puede poseer un individuo, pero no todos tenemos los mismos valores o no los usamos de la misma forma. Mientras que los principios son reglas que existirán, aunque las personas no las conozcan o no las pongan en práctica; igual que las leyes.

Ejemplos de principios

  • Amar al prójimo. Reclama la necesidad de no dañar a terceros para poder vivir en armonía. Pero también nos invita a hacer el bien atendiendo sus necesidades, no solo a no hacer daño a los demás.
  • No mentir. Con ello se evitan muchos problemas en cualquier área de nuestras vidas. Además, deja menos cabida al anti valor de la traición.
  • Respetar la vida de las demás personas. Se refiere a no intentar atentar contra la libertad o integridad de los demás.
  • Agilidad. Aprovechar el tiempo de la mejor manera para ser realmente productivos.
  • Diligencia. Saber responder a los inconvenientes que se nos presenten, de manera que no sean afectadas las partes.
  • Tranquilidad. Se refiere a reclamar la paz que todos merecemos, y a hacer lo necesario para estar serenos y en armonía.
  • Higiene. Como derecho y deber, las personas necesitamos asearnos y mantenernos limpios.
  • Paciencia. En todos los ámbitos de la vida, es necesario ser pacientes ante las situaciones del día a día, porque es la paciencia la que nos dará tiempo de pensar y buscar soluciones.
  • Orden. Se refiere a mantenernos organizados para que exista equilibrio entre las diferentes actividades de nuestra vida y así poder cumplir con todos nuestros compromisos.
  • Humildad. Dejar atrás el ego y soberbia.
  • Rectitud. Ser implacables ante lo poco ético, por ejemplo.
  • Austeridad Moderada. Intentar no derrochar tempo, dinero ni recursos.
  • Silencio. Saber guardar silencia cuando sea necesario. También tiene que ver con ser discreto sobre la vida de los demás.