Las reglas de convivencia son aquellas que se establecen en una comunidad, lugar de trabajo u hogar, para que la relación entre sus cohabitantes sea cordial y armoniosa. Son normas que tienen como objetivo beneficiar a todos los involucrados de la convivencia, respetando sus derechos y deberes.

No se trata de un manual estándar creado por una institución nacional o internacional, del que todos deben apegarse. Es una guía que cada líder o miembros de comunidades deben diseñar juntos para que cada detalle sea cuidado y no existan discrepancias o inconformidad.

Importancia de las normas de convivencia

Las reglas de convivencia ayudan a crear un ambiente de respeto y empatía entre los miembros de una comunidad o grupo de personas que deben convivir a diario.

Si en una empresa, casa o edificio no se establecen ciertas reglas, es posible que algunas personas no tomen en serio el respetar la privacidad o derechos de sus vecinos o compañeros. Tampoco podrían apelar a la moral y buenas costumbres, al cuidado de las instalaciones o realizar cualquier otra acción que dañe de alguna manera la convivencia.

Las reglas también funcionan como aval para sancionar a quienes no las cumplen, y con ello lograr que dejen de violarlas. Si no hay reglas no se podría demostrar que ha ocurrido una falta.

Cada grupo o comunidad podrá crear sus propias reglas y velar porque todos las cumplan. Solo los integrantes de las comunidades pueden aprobar o no tales reglas.

Ejemplos de reglas de convivencia

Hay normas muy sencillas que apenas funcionan como un recordatorio de lo que debe hacer una persona para propiciar el respeto y cordialidad con los demás, otras pueden ser más complejas si intervienen otras reglas, como las del puesto de trabajo, por ejemplo.

  • Decir por favor y gracias cuando corresponda.
  • No gritar.
  • Saludar cordialmente.
  • Solicitar y esperar el turno de palabra.
  • Tratar con respeto y amabilidad a todos los de su entorno.
  • Compartir algunos recursos si es posible.
  • No maltratar física ni verbalmente a los demás.
  • Ser educado al llegar a un lugar.
  • Pedir disculpas cuando se cometa un error o daño contra alguien.
  • Respetar las creencias de las demás personas.
  • No incumplir horarios.
  • Escuchar con atención cuando le hablan.
  • Ayudar y respetar a los superiores.
  • No mentir.
  • Ser responsable.
  • Respetar lo ajeno y la privacidad de los demás.
  • No juzgar a los demás, al menos sin pruebas.
  • Aceptar las consecuencias de sus errores.
  • Proteger los bienes de la empresa/comunidad.