Los juegos paradójicos son de carácter deportivo y se caracterizan por tener reglas que son ambiguas, ambivalentes y también tienen efectos contradictorios. Dichas reglas en este tipo de juegos determinan la ambivalencia en cuestión en base a interacciones motrices.

Las personas que participan de juegos paradójicos tienen total libertad de seleccionar un compañero en el momento que sea y a su vez pueden elegir quien es su oponente, es decir, que hay un constante cambio de roles.

El participante puede tener a otro como compañero en un momento y en un instante la misma persona pasa a ser su adversario.

La dinámica de los juegos paradójicos parten del sistema de interacción que se genera por la lógica interna del juego en sí y una de sus bases fundamentales es la red de comunicaciones motrices.

La ambivalencia que existe en los juegos en cuestión se encuentra contemplada en la actualidad en códigos de juego. Una de las definiciones más extendidas y aceptadas de los juegos paradójicos es el que propone Parlebas quien clasifica las prácticas motrices, es decir, juegos deportivos en base a la concepción de cualquier situación motriz como un sistema en el cual el participante se vincula con su entorno físico y otros protagonistas.

Existen dos elementos relevantes dentro de cualquier situación motriz y en el que los protagonistas atienden el criterio de presencia o la ausencia de compañeros u oponentes, así como también el espacio de acción.

Ejemplos de juegos paradójicos

  1. Subir al caballito.
  2. Cortahílos.
  3. X2.
  4. Las 4 esquinas.
  5. Llenar el campo.
  6. La antorcha.
  7. Aros y esquinas
  8. Balón cortado
  9. El escondite
  10. La mancha