Los relatos históricos son un tipo de narraciones que se enfocan específicamente en los detalles de eventos en un punto de la historia. Debido a esta precisión, suelen ser relatos breves y punto de partida para cuentos e historias de carácter ficticio.

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Estructura de relatos históricos

  • La introducción: a través de esta se establece el entorno, personajes y circunstancias en las que se desarrollan los hechos, luego sigue
  • El desarrollo: desenvolvimiento del relato
  • La conclusión: también existe un punto importante relacionado al final y es que cuando se plantean los eventos que ocurren en el desenlace al momento de ser escritos por el historiador, ya han concluido por lo que no habrán de extenderse.

Características del relato histórico

  • Lenguaje claro: la narración de los hechos históricos debe tener un lenguaje claro y detallado, donde se explique bien lo acontecido para que el lector pueda comprender cómo ocurrieron los hechos.
  • Narración cronológica: el relato histórico debe estar estructurado de forma cronológica, es decir, su secuencia debe ser de acuerdo a cómo ocurrieron los hechos en el tiempo.
  • Narración Objetivo: el relato debe ser narrado de acuerdo a los hechos, por lo tanto, el autor debe valerse de fuentes veraces y confiables y no agregar hechos ficticios.
  • Tiempo pasado: Deben estar escritos en pasado, utilizando las conjugaciones del pretérito.

También existe la característica de que con el pasar del tiempo pueden ocurrir nuevos descubrimientos. Igualmente, puede haber explicaciones diferentes por parte de otros especialistas acerca de un evento del pasado. Esto implica una variación o modificación en los relatos históricos, sin embargo, la esencia de los hechos no se altera.

Ejemplos de relatos históricos

  1. La Revolución mexicana.
  2. La expedición de Magallanes-Elcano.
  3. La conquista de México-Tenochtitlan.
  4. Caída del muro de Berlín.
  5. Las conquistas de Alejandro Magno
  1. «La guerra de la triple alianza en Paraguay

Esta guerra es llamada por los Paraguayos como la guerra grande. El origen fue muy oscuro, pero se cree que en 1864 se comenzó como una represalia porque inicialmente Paraguay en voz de su presidente el Sr. Francisco Solano López que era un mariscal, le dio su apoyo al partido blanco del Uruguay. El cual estaba en  Guerra civil en contra del partido colorado del Uruguay.

El conflicto armado con Brasil comenzó cuando el gobierno Paraguayo capturó un buque mercante Brasileño y al gobernante de la provincia de Mato Grosso, se declaró la guerra y ocuparon militarmente Mato Grosso.

Esta ocupación tuvo final cuando las tropas Brasileñas y una escuadra Imperial los atacaron apoyados logísticamente por el gobierno Argentino, que se mantenía como neutral hasta ese momento.

Argentina negó el paso a las tropas paraguayas lo que obligó a estas tropas a invadir la ciudad de Corrientes, introduciéndose así en la triple alianza el gobierno Argentino.

El gobierno Argentino formó alianzas estratégicas con el nuevo gobierno del Uruguay, lo que formó la triple alianza entre Brasil, Argentina y Uruguay, quienes atacaron fuertemente al Paraguay causando grandes daños a su economía.

Una masacre directa a su población dejando muertos a la gran mayoría de varones adultos y dejando al país en quiebra. Sin población y más aún el Paraguay considera la agresión de la triple alianza como un genocidio. Pues después de haber marcado una derrota completa sobre el Paraguay aniquilaron a todos los varones adultos y de mediana edad.

La guerra grande o de la triple alianza tuvo una duración de tres años, iniciando el 12 de noviembre de 1864 y finalizando el 9 de marzo de 1870.

Los Paraguayos consideran que existió intervención del Imperio Británico, esto a pesar de que la esposa del presidente Paraguayo era británica, matando al presidente y a su hijo.

Finalmente fijaron el pago de la guerra hacia Paraguay, quien quedó económicamente destruida por pagar todos los gastos y daños de la guerra. El territorio de Paraguay se vio diezmado por cortes territoriales en favor de Brasil y Argentina.»

  1. «En otros mapas, la misma historia – Relato histórico

Casi 300 años después del desembarco de Colón en América, el capitán James Cook navegó los misteriosos mares del sur del oriente. Clavó la bandera británica en Australia y Nueva Zelanda, y abrió paso a la conquista de las infinitas islas de Oceanía.

Por su color blanco, los nativos creyeron que esos navegantes eran muertos regresados al mundo de los vivos. Y por sus actos, supieron que volvían para vengarse.

Y se repitió la historia.

Como en América, los recién llegados se apoderaron de los campos fértiles y de las fuentes de agua y echaron al desierto a quienes allí vivían.

Y los sometieron al trabajo forzado, como en América, y les prohibieron la memoria y las costumbres.

Como en América, los misioneros cristianos pulverizaron o quemaron las efigies paganas de piedra o madera. Unas pocas se salvaron y fueron enviadas a Europa, previa amputación de los penes, para dar testimonio de la guerra contra la idolatría.

El dios Rao, que ahora se exhibe en el Louvre, llegó a París con una etiqueta que lo definía así: ídolo de la impureza, del vicio y de la pasión desvergonzada.

Como en América, pocos nativos sobrevivieron. Los que no cayeron por extenuación o bala, fueron aniquilados por pestes desconocidas, contra las cuales no tenían defensas.»

  1. El juego de pelota

Hernán Cortes lanzó la pelota al suelo. Y así el emperador Carlos y sus numerosos cortesanos asistieron a un prodigio jamás visto: la pelota rebotó y voló por los aires.

Europa no conocía esa pelota mágica, pero en México y en Centroamérica se usaba el caucho, desde siempre, y el juego de pelota tenía más de 3000 años de edad.

En el juego, ceremonia sagrada, combatían los trece cielos de arriba contra los nueve mundos de abajo, y la pelota, brincona, volandera, iba y venía entre la luz y la oscuridad.

Su vida era la recompensa del triunfador. El que vencía, moría. Él se ofreció a los dioses, para que no se apagara el sol en el cielo y siguiera lloviendo la lluvia sobre la tierra.

  1. «Endemoniados – Relatos históricos

Vendrán a enseñar el miedo.

Vendrán a castrar el sol.

Los profetas mayas habían anunciado, en Yucatán, este tiempo de la humillación.

Y fue en Yucatán, en 1562, que fray Diego de Landa arrojó al fuego, en larga ceremonia, los libros de los indios.

Y escribió el exorcista:

Hallamosles gran número de libros de estas sus letras, y porque no tenían cosa en que no hubiese superstición y falsedades del Demonio, se los quemamos todos.

El olor a azufre se sentía de lejos. Los mayas merecían el fuego por preguntones, por curiosos, por perseguir el paso de los días en el tiempo y el paso de los astros en los trece cielos.

Entre muchas otras demonias, habían creado el calendario más preciso de cuantos existen o han existido. Y habían sabido predecir mejor que nadie los eclipses de sol y de la luna, y descubierto la cifra cero tiempo antes que los árabes tuvieran la gentileza de llevar esa novedad a Europa.»

  1. «Matando bosques murieron – Relato corto

Había cada vez más bocas y menos comida. Cada vez menos bosques y más desiertos. Demasiada lluvia, o lluvia ninguna.

Atados con cuerdas, los campesinos rascaban en vano las paredes desolladas de las montañas. El maíz no encontraba agua ni tierra donde alzar sus hojas. La tierra, sin árboles que la retuvieran, teñía de rojo las aguas del rio y se perdía en el viento.

Al cabo de 3000 años de historia, cayo la noche sobre los reinos mayas.

Pero los días mayas siguieron caminando, en las piernas de las comunidades campesinas en el sur de México. Las comunidades se mudaron a otros parajes y sobrevivieron. Casi en secreto, sin pirámides de piedra ni pirámides de poder: sin más rey que el sol de cada día.»