Dentro del género literario existen muchas figuras que ayudan a mejorar los textos para darle diferentes sentidos y para que cumplan ciertos objetivos, una de ellas es el hipérbaton.

Un hipérbaton es un recurso literario del tipo retórica que consiste en alterar el orden de las palabras dentro de un verso u oración con el fin de otorgarle rareza, énfasis o incluso belleza.

Esta figura retórica es ampliamente usada en géneros como la poesía ya que puede jugar con las emociones del lector y resaltar expresiones en concreto. Ya desde obras creadas en el siglo XV se evidenciaba el uso de hipérbaton en las prosas.

Características

No existe una regla que disponga cómo se deben alterar las palabras para crear un hipérbaton. Tan solo se debe notar que existe un reordenamiento según lo que se considera correcto. Esta figura no llega a ser un error sintáctico en las expresiones, es solo un orden distinto.

Muchas expresiones cotidianas resultan ser hipérbaton que se han arraigado en el dialecto de cada región.

Ejemplos de hipérbaton

Estos son algunos ejemplos, tanto en obras literarias como en lenguaje cotidiano:

  • “Pues a su continua ternura una pasión violenta unía. En un peplo de gasa pura una bacante se envolvía”. Rubén Darío (Canción de otoño en primavera).
  • “Quiero expresar mi angustia en versos que abolida dirán mi juventud de rosas y de ensueños”. Rubén Darío (Nocturno).
  • “Y para el cruel que me arranca/ el corazón con que vivo, cardo ni ortiga cultivo; cultivo la rosa blanca”. José Martí (Cultivo una rosa blanca).
  • “Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, Vida”. Amado Nervo (En paz).
  • “Gris y morado es mi verde olivar”. José Moreno Villa (Canción).
  • “De verdes sauces hay una espesura”. Garcilaso de la Vega.
  • “Del salón en el ángulo oscuro de su dueña tal vez olvidada silenciosa y cubierta de polvo veíase el arpa”. Gustavo Adolfo Becquer (Rimas VII).
  • “Con tanta mansedumbre el cristalino. Tajo en aquella parte caminaba que pudieran los ojos el camino determinar apenas que llevaba”. Garcilaso de la Vega (Égloga III).
  • “Pasos de un peregrino son, errante, cuantos me dictó versos dulce Musa en soledad confusa, perdidos unos, otros inspirados”. Luis de Góngora (Soledades).
  • “Donde espumoso el mar siciliano el pie argenta de plata al Lilibeo pálidas señas cenizoso un llano del duro oficio da”. Luis de Góngora (Soledades).
  • “Pidió las llaves a la sobrina del aposento…”. Miguel de Cervantes (Don Quijote).
  • “A Dafne ya los brazos le crecían…”. Garcilaso de la Vega.
  • Si mal no recuerdo (lo lógico sería: «Si no recuerdo mal»)
  • A Dios gracias.
  • Bien está.
  • Ni que decir tiene.
  • Miedo me da lo que vaya a hacer.
  • Mal te veo.
  • Sorprendido me dejas.