La reflexión filosófica es un proceso cognitivo en el que una persona formula un conjunto de pensamientos respecto a un fenómeno, basado en su experiencia subjetiva sobre su relación con el mundo que le rodea.

Será entonces un cuestionamiento sobre la realidad que percibe el sujeto desde su propia conciencia y, de esta manera, realizará la interpretación.

Etimología de la reflexión filosófica

Haciendo una revisión etimológica de la palabra reflexión, nos encontramos con que tiene origen en el latín, y la podemos desglosar de la siguiente manera: re- (de nuevo), flectus (doblado), -io (acción o efecto).

Por su parte, la palabra filosofía resulta ser de procedencia griega, formándose por la unión de philos (amor) y sofos (sabiduría).

La filosofía es el amor por la sapiencia y el conocimiento, el interés por interpretar la realidad y darle significado.

Teniendo esto en consideración, terminológicamente la reflexión filosófica es la acción de pensar nuevamente en algo, con mayor detenimiento y erudición.

¿Qué temas aborda la reflexión filosófica?

Los argumentos que pueden surgir en una reflexión filosófica tienden a ser de naturaleza muy variada y hasta polémica, solapandose constantemente.

Sin embargo, encontraremos que frecuentemente son de índole ontológico. La persona se planteará preguntas de carácter existencial sobre sí mismo y sobre su entorno, con el objetivo de analizarlo y, con algo de suerte, comprenderlo desde su perspectiva.

Consecuentemente, gran parte de las interrogantes que se formulan son de tipo teleológico, en busca de obtener respuestas sobre el propósito de un fenómeno. ¿Con qué fin estamos vivos? ¿Para qué existe el universo, cuál es su objetivo?

De igual forma, en la reflexión filosófica se pueden proyectar una serie de inquietudes a nivel social, generando un conglomerado de razonamientos fundamentados en las demás personas, su comportamiento y la interacción con las mismas.

Asimismo, lo cultural, lo religioso y lo ético son temáticas destacadas que se han convertido en objeto de estudio reflexivo.

Podríamos considerarlas como una fuente de contenido óptima para propiciar la exploración profunda de sus distintas aristas.

¿Cuál es la finalidad de la reflexión filosófica?

El amor por la sabiduría que nos plantea la filosofía no necesariamente está relacionado con un propósito práctico.

Quizás directamente no le encontremos una utilidad a la reflexión filosófica; pero si lo consideramos un poco, darle significado al mundo que nos rodea es una característica de nuestra humanidad.

El proceso cognitivo nos diferencia de otras especies, y también le otorga sentido a nuestra vida.

El afán por obtener y generar conocimiento surge como parte de la esencia de la raza humana, las ansias del saber se encuentran arraigadas en lo más profundo de nuestro ser.

Razón tenía Descartes cuando dijo que pensaba y luego existía.

Observamos el mundo que nos rodea e inevitablemente se nos generan dudas sobre la realidad en la que hacemos vida.

Esto se da porque la naturaleza no se nos presenta tal cual, y nos oculta muchas de las respuestas, así que nuestra réplica inmediata es explorar, indagar el porqué y el para qué, darle sentido a la vida es parte de nuestro instinto y de lo que nos hace “ser”. He ahí la importancia de la reflexión filosófica.

¿Cómo iniciar una reflexión filosófica?

Toda reflexión filosófica inicia con una serie de preguntas. Así que ese es el primer paso, y el más importante.

Muchas veces observamos a nuestro alrededor y nos planteamos numerosas interrogantes, generalmente sin obtener una respuesta clara, pero que nos obligan a reflexionar.

Esta es la primera parte del proceso, la que nos llevará a darle un significado propio en base a la realidad desde nuestro punto de vista, desde nuestras experiencias.

Una vez formulada(s) la(s) pregunta(s), el resto fluye, por lo que aquí te dejamos algunos ejemplos.

15 Ejemplos de preguntas que inician una reflexión filosófica

  • ¿Dios existe?
  • ¿Nosotros existimos?
  • ¿Existen los pensamientos?
  • ¿Es genuina la teoría del Big Bang?
  • ¿Qué ocurre cuando morimos?
  • ¿Por qué conocí a esta persona?
  • ¿Existen las energías?
  • ¿Cómo sería la vida en la selva húmeda?
  • ¿Qué es blanco y que es negro?
  • ¿Por qué los humanos somos terrestres y no marinos?
  • ¿Qué es “ser diferente”?
  • ¿Cuál es el origen de la vida?
  • ¿Qué es el bien y el mal?
  • ¿Cuál es el la dirección en la vida?
  • ¿Qué es el espacio y el tiempo?

Ejemplo social-cultural de reflexión filosófica

  • ¿Qué es la belleza?
  • ¿qué características físicas debe tener algo (o alguien) para que lo consideremos “bello”?

Lo que nos resulta atractivo es una realidad totalmente subjetiva, depende de los gustos de cada uno, y también de su contexto socio-cultural, aunque este no sea necesariamente determinante.

De forma objetiva podríamos decir que lo que es simétrico es visualmente más estético, pero, ¿será así para todas las personas?

A nivel mundial existe una tendencia a establecer “estándares de belleza”, ¿y es que acaso es algo que realmente se pueda estandarizar? ¿por qué nuestro afán de generalizar lo “ingeneralizable”?

Vallas publicitarias, anuncios, propagandas, revistas, estamos constantemente abarrotados de información audiovisual que nos dice cómo debemos ser, como si fuese una especie de receta mágica que garantice que así te percibirán como alguien “bello” en cualquier lugar.

No solo me parece éticamente cuestionable, porque están vendiendo una mentira, sino que, desde mi perspectiva, genera una problemática en quienes se lo toman al pie de la letra.

Es por ello que vemos en auge las intervenciones dedicadas al mejoramiento estético, las personas necesitan pertenecer a esa fábrica de belleza.

¿Y dónde dejamos la apreciación cultural? Para algunas comunidades indígenas la belleza se encuentra en las cicatrices, siendo símbolo de valor y coraje.

También hay que considerar que no es un concepto estático, que va modificándose dinámicamente con los años. Los corsés que usaban las mujeres victorianas ya no se ven bajo el mismo lente que en esa época.

La próxima vez que pensemos en la belleza, preguntémonos ¿qué significa verdaderamente para cada uno y por qué? Y hagamos una reflexión filosófica.