Para llevar una vida completamente saludable es necesario tener actividad física (ejercicio), esa que nos permita estimular nuestras articulaciones, fortalecer los músculos y mejorar otras funciones necesarias para sentirnos bien y evitar enfermedades.

Existen dos tipos básico de ejercicios, los aeróbicos y los anaeróbicos. En esta oportunidad le echaremos un vistazo a los ejercicios aeróbicos.

Qué son los ejercicios aeróbicos

Son ejercicios de media o baja intensidad y de larga duración. Con este tipo de ejercicio el cuerpo ‘recarga’ energías quemando grasas y consumiendo azúcar e hidratos, por lo que necesita de oxígeno para poder realizar esa tarea.

El cualquier régimen alimenticio para perder peso debe estar incluido el ejercicio aeróbico, ya que es ideal para restar materia grasa a nuestro cuerpo.

Beneficios de los ejercicios aeróbicos

  • Mantiene el cuerpo en forma. Si se complementa con una buena dieta, las personas podrían perder peso.
  • Mejora la resistencia (nos cansamos menos) para realizar cualquier ejercicio.
  • Mejora la circulación sanguínea y mantiene sano el corazón.
  • Ayuda a limpiar las arterias.
  • Reduce el estrés y aumenta nuestro ánimo.
  • Reduce el índice de azúcar alto.
  • Mejora el sistema inmune.
  • Ayuda a ejercitar también la mente.

Diferencia entre aeróbicos y anaeróbicos

Los ejercicios anaeróbicos son aquellos que se realizan en poco tiempo y con más intensidad, como el levantamiento de pesas, por ejemplo, además, el organismo no requiere de oxígeno para consumir energía. Por su parte, los ejercicios aeróbicos, aunque de ritmo constante, son aquellos que no requieren de mucho esfuerzo físico a realizar en pocos segundos o minutos.

Ejemplos de ejercicios aeróbicos

  • Ciclismo
  • Correr a baja velocidad
  • Trotar
  • Caminar
  • Nadar
  • Patinar
  • Aerobics
  • Subir escaleras
  • Bailar
  • Senderismo
  • Practicar tenis, fútbol, básquet, etc
  • Esquí de fondo
  • Zumba
  • Karate
  • Atletismo