Ejemplos de apóstrofe
Apóstrofe
El apóstrofe es una figura retórica que tiene la función de interrumpir súbitamente el hilo de un texto narrativo o discurso, esto se hace para referirse a alguien en segunda persona de manera dramática.
Dicha persona puede ser un personaje de fantasía, un ser inanimado, una idea abstracta, seres ausentes, muertos o vivos, personas presentes y se busca la interacción de igual a igual.
Este recurso literario es usado con frecuencia en la poesía; aunque tiene un uso más extendido en poesías de carácter religioso como pueden ser oraciones, rezos, plegarias e invocaciones. Se puede identificar su uso también en el ámbito de la política ya que se usa para llamar la atención y transmitir con fuerza un mensaje.
Una característica del apóstrofe es la influencia que tiene en el lector u oyente emocionalmente hablando ya que, así la persona se identifica más fácilmente haciendo más fácil la comprensión del sentimiento y la idea que se está transmitiendo.
Este recurso corresponde a las figuras de pensamiento y es necesario saber diferenciar dicho recurso con el signo de puntuación que se usa en la parte derecha de la letra para quitar fonemas o para señalar ciertos apócopes.
Ejemplos de apóstrofe
- Oh hija mia, hija de mis entrañas
tu que has salido del fondo
de las mas hermosas ganas
espero tu pronto regreso y tu anhelo de mirada
- Nube que teñiste de negro;
nube que llegaste sin avisar,
descarga ya tu ira
que pronto debo comenzar
- ¡Oh noche que guiaste!;
¡oh noche amable más que el alborada!;
¡oh noche que juntaste
Amado con amada,
amada en el Amado transformada! (San Juan de la Cruz)
- Goza cuello, cabello, labio y frente,
Antes que lo que fue en tu edad dorada
Oro, lilio, clavel, cristal luciente,
no sólo en plata o viola troncada
se vuelva, más tú y ello juntamente
en tierra, en humo… (Luis de Góngora)
- Tú, infinito cielo ¿cuándo será el día que me muestres tus misterios?
- Y cuando será el día
que me muestres tu amor
dulce amada mia.
- Si tú quisieras, Granada,
contigo me casaría;
daréte en arras y dote
a Córdoba y a Sevilla. («Abenamar, Abenamar»)
- Ven, noche gentil, noche tierna y sombría dame a mi Romeo y, cuando yo muera, córtalo en mil estrellas menudas: lucirá tan hermoso el firmamento que el mundo, enamorado de la noche, dejará de adorar al sol hiriente. (William Shakespeare)
- Si tu quisieras mi amada
mañana me casaría,
contigo hasta el fin del mundo
y al otro lado llegaría.
- ¡O virtuosa, magnífica guerra!
En ti las querellas volverse debían,
en ti do los nuestros muriendo vivían
por gloria en los cielos y fama en la tierra,
en ti do la lanza cruel nunca yerra
nin teme la sangre verter de parientes;
revoca concordes a ti nuestras gentes
de tales quistiones y tanta desferra.
(Juan de Mena, Laberinto de Fortuna)
- Y se quitó la túnica,
y apareció desnuda toda…
¡Oh pasión de mi vida, poesía
desnuda, mía para siempre! (Juan Ramón Jiménez ,»Vino, primero, pura»)