Los movimientos involuntarios son aquellos que tienen lugar sin que el cerebro intervenga. Como su nombre indica, no es algo que la persona haga de forma voluntaria o consciente pero el cuerpo de forma refleja sí lo hace.

En esto influye lo que se conoce como el sistema nervioso autónomo, el cual se encarga específicamente de estos movimientos y gracias a esto el cuerpo puede mantener un balance al margen de otro tipo de impulsos.

Ejemplos de movimientos involuntarios

Este sistema nervioso autónomo se puede dividir en el sistema simpático y el sistema parasimpático. El primero de ellos se encarga de los movimientos relacionados con las hormonas y en el segundo caso se da para los órganos internos.

También hay que mencionar la existencia de la discinesia tardía, la cual se cataloga como un síndrome de origen neurológico.

En este caso sí existe un proceso cerebral, por ejemplo cuando se consume medicamentos neurolépticos los cuales pertenecen a aquellos que tienen uso en tratamientos psiquiátricos, las personas que son sometidas a estos tratamientos pueden presentar movimientos reflejos como gestos en el rostro, parpadeos rápidos y constante, lengua fuera de la cavidad bucal, sequedad bucal entre otros.

Ejemplos de movimientos involuntarios

  1. Llorar.
  2. La dilatación de las pupilas.
  3. La eyaculación.
  4. La secreción del sudor por las glándulas sudoríparas.
  5. La disminución de la frecuencia cardíaca durante el descanso.
  6. Los calambres.
  7. Los latidos del corazón.
  8. Los bronquios dilatados.